Bienvenidos a la página del Señor de los Milagros de Mailín - La Plata - Parroquia Nuestra Señora de Pompeya -19 y 62 La Plata, Buenos Aires, Argentina.
miércoles, 30 de enero de 2008
lunes, 28 de enero de 2008
Fuerte acto de fe en Pompeya (Nota Diario "El Día" La Plata - 28-8-08)
Con una convocatoria masiva, que según los organizadores superó las 500 personas, tuvo lugar ayer en la parroquia de Nuestra Señora de Pompeya una misa por los enfermos bajo la advocación del Señor de los Milagros de Mailín. El oficio religioso, que se inició a las 19 celebrado por Rodolfo O'Neill, vicario de la arquidiócesis local, fue seguido atentamente por los fieles que colmaron el templo de 19 y 62. En los últimos tiempos, el culto al "Señor Forastero" experimentó un crecimiento notable en el barrio aledaño a plaza Yrigoyen; el fervor popular por el crucifijo encontrado -según narran relatos populares- hace más de 200 años al pie de un algarrobo, en la localidad santiagueña de Mailín, es tal que se agotaron reiteradamente las réplicas de la cruz ofrecidas en el santuario de Pompeya.
lunes, 21 de enero de 2008
El Señor de los Milagros: asombrosa historia que capta fieles en La Plata
Nota aparecida en el Diario "Hoy" de La Plata, el 02 de enero de 2008-
Nació en 1767, cuando un grupo de hacheros encontró un crucifijo cerca de un caserío denominado Mailín, en lo que hoy es Santiago del Estero. Diversos testimonios dan fe de sus milagros. Y todos los meses de mayo alrededor de 250 mil personas llegan a este enclave perdido en el monte.
En un caserío perdido dentro del frondoso monte, tierra bravía de hacheros de varias generaciones, donde los servicios urbanos son una verdadera utopía, los milagros se hacen realidad. Por lo menos, de eso dan testimonio diferentes creyentes que todos los años visitan el poblado de Mailín, a unos 150 kilómetros al sur de Santiago del Estero, donde el Señor de los Milagros hace lo que es imposible para el ser humano. Gracias al impulso y fervor de un grupo de católicos, hace más de un año (27 de agosto de 2006) se entronizó en la Iglesia Nuestra Señora de Pompeya de La Plata (19 y 62) una réplica de la cruz que fuera encontrada en 1767 dentro del hueco de un añejo árbol por los primeros moradores de este enclave en la inmensidad verde.
En un caserío perdido dentro del frondoso monte, tierra bravía de hacheros de varias generaciones, donde los servicios urbanos son una verdadera utopía, los milagros se hacen realidad. Por lo menos, de eso dan testimonio diferentes creyentes que todos los años visitan el poblado de Mailín, a unos 150 kilómetros al sur de Santiago del Estero, donde el Señor de los Milagros hace lo que es imposible para el ser humano. Gracias al impulso y fervor de un grupo de católicos, hace más de un año (27 de agosto de 2006) se entronizó en la Iglesia Nuestra Señora de Pompeya de La Plata (19 y 62) una réplica de la cruz que fuera encontrada en 1767 dentro del hueco de un añejo árbol por los primeros moradores de este enclave en la inmensidad verde.
Los devotos también trajeron a la ciudad un retoño de ese algarrobo, que hoy tiene más de 500 años. “Sin dudas que hace milagros. Hay muchas pruebas y diversos testimonios; de ello pueden dar fer una innumerable cantidad de personas”, dice entusiasmado Isidoro Castrogiovanni, uno de los más fervientes devotos del Señor de Mailín, quien en 2006 comenzó a organizar viajes grupales para llegar a ese “milagroso” pueblo.
El jueves 27 del año pasado se hizo la misa por los enfermos, pidiendo la intersección de Mailín. Desde las 19 horas la ofició el vicario general del Arzobispado de La Plata, Monseñor O’Neill, en Pompeya.
La historia de este crucifijo es muy singular. No se trata de un santo, ni de una aparición, sino de un hallazgo. Según la tradición, y la valoración de un documento histórico de 1882, el descubrimiento de la cruz se debe a un anciano llamado Juan Serrano, capataz de Don José de la Cruz Herrera, quien fuera propietario de los terrenos de Mailín en aquel entonces. Serrano, un mestizo asediado por la curiosidad, habría afirmado que en noches sucesivas, aparecía una luz muy viva al pie de un árbol, ubicado muy cerca de donde actualmente se levanta el Santuario. Movido por la inquietud, junto a otros vecinos, fue al lugar del extraño suceso y se encontró con que aquella luz alumbraba un “Santo Cristo”. Inmediatamente, intentó sacarlo para llevarlo a su casa. “Pero no pudo, es algo similar a lo que pasó con la carreta de la Virgen de Luján. Por eso Serrano y sus compañeros resolvieron no alejarse más de este lugar y construir una pieza reducida que habilitaron como capilla provisoria”, cuenta Castrogiovanni.
Una de las primeras personas en llegar a la zona para evaluar el crucifijo asombroso, fue el cura de Matará, el poblado más cercano. “Era paralítico, después de rezar al pie del algarrobo, se fue caminando”, cuenta a "Hoy" Castrogiovanni.
No es un santo, por lo que la Iglesia no debe comprobar ningún milagro, sino que directamente es una Sagrada Imagen del Santo Padre. Será por eso que a Mailín todos los meses de mayo (las festividades son el 4) concurren más de 200 mil personas. “El año pasado llegaron más de 40 mil micros de larga distancia.
Los pobladores tuvieron que talar una parte del monte, porque no podían ingresar”, sigue el relato este devoto, quien tiene un milagro para contar. “Mi hija (Marcela) estuvo diez años buscando un hijo. Se hizo todos los tratamienos posibles, pero ninguno dio resultado. En mayo de 1999 le pedí al Señor de Mailín que quería un nieto y en diciembre ella quedó embarazada”.
El padre Rolando Tenti, narró el caso de una chica de 15 años, embarazada, a quien en tres oportunidades le aconsejaron interrumpir la gestación, porque el feto presentaba malformaciones. “Se encomendó al Señor de Mailín y el nene nació sin ningún problema. Hoy tiene 3 años”, afirmó. Castrogiovanni todavía tiene presente cuando llevó a este pueblo una foto de un amigo de su sobrino que padecía leucemia. “Nadie sabe cómo, pero se curó”, se emociona todavía este hombre.
En el Santuario de Mailín hay miles de fotos de personas que son pegadas por los fieles que llegan a este pueblo habitado por poco más de 500 personas. Aire apacible en el monte Mailín queda en el kilómetro 597 de la ruta 34, que nace en Rosario. De ese punto, hay que recorrer otros diez kilómetros por serpenteante camino para adentrarse en el monte y llegar hasta la capilla.
Hay dos teorías respecto al nombre de esta villa de aire apacible y calor intenso. Una se refiere a la etimología del vocablo de origen quechua, y que los naturales del lugar llamaban Mayllín, al estanque o manantial de agua existente en la zona del río viejo. La otra se refiere a las tribus que poblaron la zona, los “mailihuampis”. (Diversos historiadores han dedicado una parte de sus investigaciones al fenómeno histórico, religioso, cultural y sociológico del “Señor de los Milagros de Mailín”.
Entre los más conocidos se encuentran el doctor Baltasar Olaechea y Alcorta -1905-, el doctor Orestes Di Lullo -libro Agonía de los Pueblos-, el presbítero Alfonso de la Vega -1963-, y la doctora Amalia Gramajo de Martínez Moreno -1994-).
Incluso hay dos páginas de internet con abundante información sobre Mailín. Una la crearon los devotos de La Plata (www.mailinlaplata.blogspot.com) y la otra es la oficial (www.santuariodemailin.org.ar).
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