sábado, 16 de marzo de 2013

“Mostró una gran sencillez”

Américo Aguirre, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Pompeya, todavía recuerda con exactitud fotográfica la noche del 23 de septiembre pasado en que Bergoglio se hizo presente para celebrar un casamiento. “Hablamos mucho y mostró una gran sencillez en todo momento”, recuerda, y evoca una anécdota de aquella charla que ahora, a la luz de los hechos, cobra otra dimensión. “Después del casamiento nos quedamos charlando en la sacristía -detalla-. En un momento le dije en tono risueño que por esta iglesia habían pasado varias autoridades religiosas. Le conté que habían venido obispos y cardenales, y que lo único que le faltaba al templo era que lo visitara un Papa. Bergoglio sonrió pero no me dijo nada. Ahora me acuerdo y todo parece haber estado escrito”.

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